El proyecto que ha llevado a cabo una tatuadora brasileña llamada Flavia Carvalho se ha vuelto viral.
Nos ha parecido una noticia muy interesante relacionada con el mundo del tatuaje que queríamos compartir con vosotros. Cada vez están surgiendo más proyectos con finalidades “curativas” y relacionados con el instrumento que supone el arte de tatuar para conseguirlas.
¿En qué consiste su proyecto?
Según la entrevista que realizó para el Huffington post, este proyecto al que ha llamado «A flor de piel», consiste en ofrecer tatuajes voluntariamente y sin coste alguno a mujeres que han sido víctimas de violencia doméstica, han tenido accidentes o las han realizado una mastectomía.
El nombre del proyecto hace referencia a una expresión que significa algo así como “más allá de la piel” (“A Pele da Flor”), y alude a que todas las mujeres son bellas y merecen que su piel también lo sea, incluso si alguien la daña.
Lo único que tienen que hacer las mujeres que quieren ser tatuadas es elegir un diseño y Flavia se encargará de realizarle. Ha ofrecido sus conocimientos artísticos, tatuándolas de forma voluntaria y gratuita, ya que el proyecto está orientado a mujeres sin recursos, contribuyendo a que puedan aceptar su cuerpo y las cicatrices que hay en él.
Los abusos, situaciones violentas u operaciones por las que han tenido que pasar no afectan sólo psicológicamente sino que muchas veces también dejan marcas físicas, por lo que se ven reflejados en las cicatrices que cubren algunas partes de su cuerpo, dejando un recuerdo de por vida de estos sucesos desagradables, pero en este proyecto los tatuajes se encargan de taparlas con bonitos diseños.
Resultados del proyecto
Los diseños que tatúa muestran conceptos más positivos que las cicatrices como resistencia, belleza o superación, más que miedo, dolor o sufrimiento.
El trabajo que esta tatuadora brasileña está desarrollando está consiguiendo que las mujeres que participan en él puedan tener una mayor aceptación de sí mismas y de sus cuerpos, transformando sus cicatrices, en un arma de aceptación, empoderamiento y belleza. Ha logrado que mejore la forma en la que se ven a sí mismas tras haber sufrido abusos.
A muchas de ellas antes no les gustaba mostrar sus cicatrices y eso influía incluso en su forma de vestir, ya que vestían de modo que estas marcas quedasen tapadas. Después de haberse tatuado, muchas de ellas se sienten con la confianza suficiente como para poder volver a mostrar su cuerpo y vestirse como ellas quieran, sin estar condicionadas.
Flavia además ha conseguido que se hable sobre la violencia doméstica, sobre cómo las mujeres que han pasado por ella deberían poder aceptarse a sí mismas y también, que las personas sean conscientes de la existencia de este problema y muestren su respeto hacia estas situaciones.
- En el futuro, a Carvalho la gustaría poder continuar con su proyecto para seguir aportando su granito de arena en este problema social y ayudando de la forma en la que mejor sabe hacerlo, tatuando.
Estas son algunas de las imágenes que Flavia Carvalho sube a su Facebook. Muestran la crudeza de la realidad de estas mujeres, el antes y después del aspecto de sus cuerpos: