Antes de proceder a la eliminación de un tatuaje, hay varios aspectos que deben ser analizados por el equipo de profesionales que vaya a tratarte, como:
- El color del tatuaje y de la piel.
- La cantidad y el tipo de tinta utilizada.
- El método que se ha utilizado para realizarle.
- La ubicación y tipo de piel.
- La profundidad.
- La antigüedad.
En principio, es más fácil y rápido eliminar los tatuajes que lleven más tiempo hechos, los que contengan tinta negra o azul, los que estén hechos en zonas más delicadas en las que la piel es más fina o los que hayan sido realizados por amateurs ya que los realizados por profesionales suelen contener más pigmentos, tener una mayor profundidad en la piel y densidad de tinta.